jueves, 31 de agosto de 2017

Arte Paleocristiano y Bizantino

"La pintura puede ser para los iletrados lo mismo que la escritura para los que saben leer" 
Papa Gregorio el Grande, S. VI

Introducción.

Por arte paleocristiano se conocen a las primeras manifestaciones artísticas del cristianismo, surgidas entre los siglos III y VI. Es un arte de contenido religioso, pero encuadrado en la estética tardorromana del Bajo Imperio Romano.
Este estilo adecuó la estética romana a la temática de la religión cristiana, respondiendo a las exigencias de una iglesia que fue perseguida desde sus inicios, pero que a partir del siglo IV se convierte en la oficial del Imperio.

Interior y frescos del Cubículum de León, Catacumba de Comodila, Roma. Finales del siglo IV.

El arte bizantino (nombrado así por Bizancio, primer nombre de la ciudad de Constantinopla) se ubica aproximadamente, entre el siglo V  y el año 1453(toma de Constantinopla por los turcos), perdurando desde fines de antigüedad hasta fines de la Edad Media.
En los primeros siglos, el arte bizantino hundió también sus raíces en el tardorromano, presentando gran continuidad estética. En el siglo VIII se da la conocida como "guerra de las imágenes" (El emperador León III, en el año 723 prohibió el uso de las imágenes religiosas, permitiendo exclusivamente el signo de la Cruz; dándose la iconoclastia o "destrucción de imágenes". Detractores y defensores de la medida se enfrascaron  en enfrentamientos a los que debamos la destrucción de numerosas obras de arte. En 843 fue retirada la prohibición.) tras la cual quedan asentados los ´modos permitidos de representar a las figuras sagradas y se desarrolla la creación de  íconos (pinturas con figuras rígidas y lejanas, que no se mueven en el espacio, recortadas en fondos de oro, con dimensiones pequeñas, transportables y ubicables en hogares).


Arte bizantino. "Pantocrator" de Dafni, Mosaico en cúpula. 1080-10100 circa, Grecia.

ARTE PALEOCRISTIANO

"El Arte Paleocristiano puede entenderse como una evolución del arte romano tardío. Sin embargo, la religión cristiana insufla un nuevo espíritu al arte y lo carga de símbolos. Esto motivará que este arte sea simple, estilizado, renunciando a la perspectiva y a la profundidad espacial, eliminando las proporciones y las rasgos del cuerpo humano para acentuar los aspectos religiosos. El fondo predomina sobre la forma y la expresividad vence a la estética. Al hablar de períodos dentro del arte paleocristiano, los especialistas hacen referencia a dos etapas: la primera alcanza desde el siglo II al 313, fecha del Edicto de Milán en el que se otorga libertad al cristianismo; y la segunda que abarca desde el 313 hasta el siglo VII. El primer momento se caracteriza por la persecución y el recogimiento mientras que durante el segundo el cristiano toma la calle y sus monumentos pueblan todo el espacio. Las catacumbas serán la construcción arquitectónica más característica de este primer periodo. Se trataba de cementerios excavados formados por un amplio número de galerías que conducían a amplias cámaras llamadas cubicula. En las paredes de éstas se abrían nichos para los enterramientos, en ocasiones protegidos con arcos de medio punto o arcosolium. Las más famosas están en Roma pero también encontramos catacumbas en Nápoles, Alejandría o Siracusa.


Pozo y pila bautismal. Ctacumbas de Domitila, Roma, finales del siglo III.

 La arquitectura paleocristiana tras el Edicto de Milán suele subdividirse en dos grupos: el occidental y el oriental. En occidente nos encontramos con la adaptación de la basílica romana en el tipo de iglesia habitual. Se trata de un edificio de planta rectangular, con tres naves separadas por columnas, mientras que en el fondo hallamos un ábside semicircular. La nave central gana en altura a las laterales y se encuentra, habitualmente, cubierta con casetones de madera. La fachada suele tener tantas puertas como galerías y puede existir un nartex o atrio a los pies del templo, lugar habitual para los neófitos. Buenos ejemplos de basílicas pueden ser Santa María la Mayor, San Juan de Letrán, San Pablo o San Lorenzo Extramuros, todas en Roma.

El otro gran edificio occidental es el baptisterio; su planta es circular o poligonal, inspirándose en modelos romanos. La pila suele estar en el centro y disponen de galerías bajas, separadas del espacio central por columnas. La circulación de los fieles implica esta disposición arquitectónica. Entre los más importantes baptisterios encontramos los de Constantino y Letrán en Roma o el Mausoleo de Santa Constanza en la misma ciudad o el baptisterio de Ravena.
En oriente la arquitectura paleocristiana recibirá la influencia del helenismo y del arte mesopotámico. Los templos tienen planta de cruz griega -los brazos tienen la misma longitud- o son octogonales o circulares, al igual que los baptisterios. Las cubiertas más utilizadas serán las bóvedas y las cúpulas sobre pechinas. Buen ejemplo es la iglesia del monasterio de San Simeón el Estilita en Kalat Simán. Estas influencias llegarán a occidente a través del exarcado bizantino de Ravena, un foco oriental en pleno corazón de Italia. En Ravena se levantan el Baptisterio de los Ortodoxos, la tumba de Teodorico y el mausoleo de Gala Placidia. La tumba de Teodorico presenta planta circular con dos pisos, cerrada con una cúpula monolítica de 10 metros de diámetro, conjugando elementos orientales con germánicos. El mausoleo de Gala Placidia tiene planta de cruz griega, siendo la primera construcción occidental que aparece con esta disposición. Su interior se cierra con una cúpula y bóvedas de cañón, decorándose sus paredes con ricos mosaicos.


"El Buen Pastor" mosaico e interior del mausoleo de Galia Placídia. Rávena, Italia, 425-450.

La escultura paleocristiana destaca más por su significado y su simbolismo que por sus formas. El lugar donde más muestras escultóricas encontramos serán los sarcófagos. En un primer momento se utilizan figuras paganas con un claro simbolismo cristiano como Psiquis como el alma o Eros simbolizando a Cristo. Posteriormente se incorporan temas propios como el Crismón, el Cordero, el Ancora o el Pez, elementos que simbolizan a Cristo. Algunos sarcófagos son decorados con estrígiles, objeto utilizado por los gladiadores y atletas para quitarse el polvo y la grasa incrustada en su piel. Estaba formado por dos contracurvas por lo que se obtiene una elegante decoración geométrica. Las decoraciones de sarcófagos se pueden dividir en varios grupos: escenas sin interrupción que se suceden a lo largo del friso; escenas o personajes encuadrados por columnas; estrígiles a ambos lados y un medallón central. Las estatuas de bulto redondo son más bien escasas, siendo Jesús el protagonista de las que han subsistido. La pintura paleocristiana es bastante escasa, quedando restos de frescos que siguen las técnicas pompeyanas. La temática hace referencias continuas al Cristianismo, pudiendo tratarse de "oraciones representadas", siendo su iconografía totalmente simbólica"1
Los artistas a los cuales se encomendaron las primeras pinturas cristianas, estaban familiarizados con las técnicas visibles en la ciudad romana de Pompeya, sin embargo, optaron por otros efectos y recursos. "El cuadro ha dejado de existir como algo bello en sí mismo. Su propósito principal era el de evocar a los fieles uno de los ejemplos del poder y la clemencia de Dios (...) El pintor de las catacumbas no deseaba representar una escena que tuviera dramatismo por sí misma (...) Todo aquello que no poseía significación fue descartado. Las ideas de claridad y sencillez comenzaban a sobreponerse de nuevo a los ideales de una imitación fidedigna. (...)
No es solamente en las obras religiosas del período de decadencia y hundimiento del Imperio Romano, en las que podemos descubrir esa desviación del centro de interés. Pocos artistas parecían preocuparse por lo que había sido la gloria del arte griego, su armonía y refinamiento. Los escultores ya no tenían la paciencia de cincelar el mármol y de tratarlo con aquella delicadeza y buen gusto que habían sido el orgullo de los artistas griegos. (...) empleaban métodos más expeditivos, tales como un trépano mecánico para marcar los rasgos principales de un rostro o de un cuerpo. (...) es cierto que muchos secretos técnicos de la mejor época se perdieron en el general tumulto de guerras, invasiones y revueltas. Pero ya hemos visto que la pérdida de habilidad no lo es todo. Lo principal es que en esa época los artistas ya no parecían satisfechos con el mero virtuosismo del período helenístico y que trataron de conseguir nuevos efectos.(...)"2

En estas presentaciones encontrarás información sobre simbología palocristiana.
http://www.slideshare.net/fernandyx/paleocristiano-9833133

http://www.slideshare.net/zente/arte-paleocristiano-407514?next_slideshow=1

ARTE BIZANTINO

"La evolución del arte paleocristiano motivará el nacimiento del Arte Bizantino. Pero la gran novedad estriba en que el arte Bizantino mantuvo también importantes rasgos de la cultura greco-latina, pudiendo considerarse un arte puente entre la antigüedad y el futuro RenacimientoBizancio apenas creó valores nuevos pero supo asimilar y fundir las influencias que llegaron desde oriente y occidente. Grabar considera al arte bizantino el "cristiano por excelencia, por su seriedad devota y solemne, por su apartamiento del mundo". Entre los siglos V y VII se desarrollará la llamada Primera Edad de Oro bizantina, relacionada con la obra de Justiniano



























Mosaico de Justiniano en San Vital de Rávena. 546-548

Los siglos IX al XII verán la Segunda Edad de Oro, separadas ambas por el período iconoclasta donde las imágenes estarán prohibidas y el arte vivirá un periodo de decadencia. 
La arquitectura bizantina va a mantener la grandeza romana y la elegancia griega, utilizando el elemento oriental como aglutinante. La cúpula sobre pechinas, el ladrillo como material, las bóvedas de aristas o la suntuosidad decorativa serán algunas de sus principales características. La planta favorita es la de cruz griega, envuelta en un espacio cuadrangular que permita el uso y disfrute de cúpulas y bóvedas. Su edificio más significativo es la iglesia -hoy mezquita- de Santa Sofía de Constantinopla, levantada en tiempos de Justiniano, quien pronunció una frase significativa cuando se acabó: "Salomón, te he vencido" en referencia a haber superado el mítico templo de Jerusalén construido por Salomón. Lo más sorprendente de la iglesia es su espectacular cúpula de 31 metros de diámetro cuyos empujes se contrarrestan con dos bóvedas de cuarto de esfera que descansan en otras bóvedas. Este reparto de presiones permite alcanzar una sensación de ligereza en la construcción inigualable, a lo que contribuyen los dos pisos de arquerías que se hallan bajo los dos arcos formeros de la nave. 
Santa Sofia de Constantinopla
Justiniano también mandó construir la iglesia de los Santos Sergio y Baco con planta octogonal y dos pisos o el desaparecido templo de los Santos Apóstoles, con planta de cruz griega y cinco cúpulas. En Ravena se desarrolló otro importante centro de arquitectura bizantina al ser esa ciudad capital del exarcado. En esa ciudad se construyeron las iglesias de San Vital -con planta de cruz griega- y San Apolinar in Classe y San Apolinar el Nuevo -donde se empleó la planta basilical, que fue dividida en tres naves a través de columnas-, destacando la bella decoración de mosaicos en estas dos últimas. 
El movimiento iconoclasta motivará el escaso desarrollo de la escultura bizantina; sólo conservamos algunos ejemplares de pequeño tamaño como placas de marfil formando dípticos o trípticos, entre las que destaca la Cátedra de Maximiano. A partir del siglo IX la iconografía bizantina aumentará con nuevas escenas del ciclo evangélico o de la Virgen. Quizá sea el mosaico el verdadero protagonista en la decoración, superando a la pintura. La pobreza de los materiales constructivos exige la utilización de un revestimiento que otorgue riqueza a la edificación, y ese es el mosaico. En la primera etapa será Ravena el lugar más destacado con las excelentes representaciones de San Apolinar el Nuevo, San Apolinar in Classe o el Baptistero de los Arrianos, llenando de color sus paredes, destacando las excelentes procesiones de doncellas y santos que se dirigen a presentar sus respetos al Niño acompañado de la Virgen. La segunda etapa incorpora novedades iconográficas como el Tetramorfos -las figuras o los símbolos de los cuatro Evangelistas- o el Pantocrátor -Cristo omnipotente-. Los mismos colores vibrantes y encendidos que caracterizan al mosaico se encuentran también en la pintura, apareciendo una importante escuela de miniaturistas e iluminadores de libros."3

"El arte religioso de la época transmite muy bien la identidad y la solidez de criterios de la Iglesia ortodoxa. Se generalizan los dos tipos de templo, el de planta de cruz griega y cúpula central y el de planta basilical con cúpula, menos abundante, y se fijan los programas iconográficos que, en mosaico o en fresco, sirven para decorar el templo y mostrar a los iletrados (oligogrammatoi) la verdad del reino de Dios y la doctrina eclesiástica para acceder a él y rendir el culto debido: en la entrada o nartex, la vida de la Virgen María, mediadora universal; el relato de las principales festividades de la liturgia se distribuye por los muros del templo mientras que los símbolos eucarísticos y la imagen de la Virgen con el Niño Jesús se reservan para el ábside, y la premonición del fin de los tiempos, enlace con el más allá, a la cúpula, donde se figura a Cristo como pantocrator. Bastantes facetas de la religiosidad tradicional se entienden mejor conociendo la iconografía bizantina de aquellos siglos puesto que su influjo y difusión fueron importantísimos, no sólo para el mundo ortodoxo sino también, en más de un aspecto, para el latino occidental."4




Los siguientes son los dos himnos considerados como los más antiguos en la Iglesia Católica Apostólica Romana (Te Deum)y en la Iglesia Cristiana Ortodoxa (Phos Hilaron. Tanto las lenguas en las que fueron escritos originalmente, como el estilo musical, caracterizan la liturgia de cada una de las iglesias. Ambos himnos fueron versionados musicalmente en todas las épocas (sobre todo el Te Deum).

 
Busca más información sobre este himno en http://es.wikipedia.org/wiki/Te_Deum



Busca más información sobre este himno en http://en.wikipedia.org/wiki/Phos_Hilaron

1- extraido de www.artehistoria.jlyc.es
2- E.Gombrich "Historia del Arte", edit Alianza, Madrid, 1990. Págs. 90 a 93.
3- extraído de www.artehistoria.jlyc.es
4- ídem

lunes, 28 de agosto de 2017

Arte Romano Siglo I a.C. - V d.C.


Arte Imperial. Siglo I a.C. - III

El arte romano tuvo como influencias directas, al arte griego y el arte etrusco, a las que se sumaron las corrientes de arte popular llamadas “medio itálicas”.
Los aportes etruscos que más se destacan son el arte del retrato (como parte del culto a los muertos), el empleo del arco y la creación de la columna toscana (de fuste liso).
Los griegos (sobre todo luego de la invasión de la Hélade por parte de Roma en el siglo II a.C.) aportaron todo su legado artístico, aún en el auge del helenístico; además de artistas esclavos y libres que llegaron a la capital a trabajar.

El arte romano empezó a marcar su propio lenguaje cuando Roma se convirtió en la “dueña del mundo” 1

A partir del siglo I a.C., se produce una síntesis en el vasto Imperio Romano, compuesta por elementos itálicos, griegos y provinciales.
Durante el periodo de Octavio Augusto (29 a.C. 14 d.C.), primer emperador, se espera del arte oficial, el enaltecimiento de esta figura como símbolo de paz y prosperidad. La Eneida de Virgilio es de esta época.

El coleccionismo y los artistas.
Durante el período helenístico, había prosperado el coleccionismo de obras de arte por parte de gente acaudalada. Originales o copias de grandes maestros griegos eran adquiridas a altos precios. Los artistas se convirtieron en personajes relevante y los escritores comenzaron a escribir sobre ellos. La mayoría de los artistas que trabajaron en Roma eran griegos.
Los maestros más famosos fueron pintores; sabemos sobre ellos y sus obras por libros de arte clásico. Estos artistas estaban más interesados en los aspectos técnicos de sus obras que en su finalidad. Muchos representaban escenas de la vida cotidiana.


Escultura.

El interés por la cultura y el arte griegos, estuvo ceñido siempre a los círculos elegantes e ilustrados sin que el pueblo lo entendiera. Por ello se dan dos corrientes paralelas en Roma, una popular y realista y la otra aristocrática e idealista 2

De los tipos de escultura que resaltan en Roma, el  principal (en tanto aporte genuino) es el relieve histórico; también se destacan los bustos y las esculturas de cuerpo entero de bulto redondo.
Se supone que la estatuaria en bronce, en Roma, fue muy abundante aunque poco ha llegado a nuestros días. Una de ellas es una estatua ecuestre de Marco Aurelio.
Es importante recordar que las obras de mármol iban pintadas con vivos colores.


Recreación de las piezas faltantes y del colorido original del Ara Pacis de Augusto. 13-9 a.C. Roma

Relieves Históricos.
Los romanos sintieron la necesidad de proclamar victorias y narrar las circunstancias de las mismas.  Esta necesidad modificó los valores griegos en cuanto a la búsqueda de la armonía y belleza; marcando otra funcionalidad del arte.
Estos relieves se esculpieron en columnas, arcos de triunfo y funerarios, muros de monumentos en general.

El realismo del retrato y las formas romanas de narrar momentos históricos o biográficos, se expandieron por todo el mundo mediterráneo e incluso hasta la India (donde la escultura hacía mucho tiempo que había florecido pero se vio influenciada por la romana). Los egipcios pagaban a un pintor para que trabajara en sus imágenes al estilo romano; los artistas indios las emplearon en sus trabajos de narración de la vida de Buda (sobre todo en la región fronteriza de Gandhara) y los judíos para relatar escenas del Antiguo Testamento.

Pintura.
La pintura en Roma, se encontraba en los interiores domésticos, generalmente en murales al fresco protegidos con una capa de cera.

Pompeya.

Pompeya, en el siglo I, era un lugar de veraneo para los romanos de alta posición social.
En el año 79, Pompeya fue sepultada por las cenizas del volcán Vesubio. Tal catástrofe, nos deja un legado extraordinario del arte y la vida cotidiana que la arqueología se ha ido encargando de desvelar.

Fresco de la Villa de los Misterios, Pompeya.

Casi todas las casas y villas de la ciudad tenían pinturas en sus muros.
Las pinturas y mosaicos de Pompeya y de Herculano (ciudad vecina de similar suerte que Pompeya)  son de los pocos restos de arte pictórico romano que han llegado a nuestros días y son ellos los que nos permiten formar una idea del carácter de su pintura.
Se identifican cuatro “estilos pompeyanos” de acuerdo a las elementos: imitación de revestimientos de lozas de mármol; escenas encuadradas por elementos arquitectónicos pintados; composiciones fantásticas e inverosímiles y arquitecturas pintadas muy complejas.
En estas pinturas era habitual que se decorara con pequeños candelabros, guirnaldas vegetales y seres fantásticos.


Esas pinturas no son, claro está, obras maestras, pero es sorprendente observar cuánta destreza existía en una ciudad pequeña y más bien de escasa importancia. 3

Los pintores trabajaban con maestría la expresividad helenística y la reflejaban con libertad.
Las leyes de la perspectiva no eran conocidas; se dibujaban pequeñas las cosas lejanas y de gran tamaño las próximas. Sin embargo hay obras que se destacan en la profundidad alcanzada y en los difuminados para lograr remarcar partes del cuerpo humano.
Los temas eran sumamente variados: columnas, paisajes idílicos, imitaciones de cuadros y del teatro; bodegones. Algunas escenas jocosas y de alto tono erótico fueron encontradas en los atrios, revelando también el lugar de la sexualidad y lo explícito en esta cultura.
La pornografía ya era utilizada en los muros de los prostíbulos de Pompeya, llegándose a plantear la idea de “catálogos” para los clientes. Falos esculpidos en la vía pública indicaban la dirección de los prostíbulos.


El mosaico.
El mosaico se empleó para decoraciones de interiores. Se continúa el uso del opus tesselatum griego y se agrega el opus sectile y el opus verniculatum.


Mosaico de los actores, Casa del Poeta Trágico, Pompeya. Opus vermiculatum y tessellatum.

Esta técnica fue preferida para los suelos aunque también se usó en paredes.


Mosaico del Cave Canem, entrada a la Casa del poeta trágico, Pompeya. Muchas casas contaban con mosaicos de cave canem a la entrada. Opus vertmiculatum en el perro y tessellatum en fondo y bordes.

Retrato

Fresco de Pompeya, siglo I. Panadero Próculo y su esposa o Terenccio Neo y su esposa.

En la religión primitiva romana, eran fundamentales las procesiones funerarias con retratos de los antepasados moldeados en cera. Hasta el siglo I, el derecho de tener imágenes de los antepasados, era exclusivo de los patricios o “gentes” (familias de alto linaje aristocrático), luego se extiende a los plebeyos. Para los romanos era necesario contar con retratos con expresión de vida.
En la época imperial,  el retrato del emperador debía ser adorado como símbolo de fidelidad.
El retrato podía ser escultórico (generalmente los monumentales) o pictórico. Los pintores retratistas  alcanzaron una técnica con gran capacidad de síntesis. Con pocas pinceladas resolvían los rasgos principales y detalles psicológicos.
Los retratos tenían mayor énfasis en la verosimilitud que en el halago.
Probablemente se emplearan mascarillas para realizar las esculturas.


Urbanismo.
Las ciudades antiguas, seguían la orografía sin un plan determinado, por lo cual resistían mal las necesidades de una gran ciudad. En las ciudades nuevas del imperio, los romanos adoptaron el sistema de ciudad clásica4 impuesto por Hippodamos en Grecia en el siglo V a.C. Consistía en un sistema de retícula en torno a dos ejes: Vía Decumanus (E-W) y el Cardo (N-S), donde el principal espacio de reunión seguirá siendo la plaza pública, en este caso el Foro (centro económico, financiero, comercial y religioso); a su alrededor los templos y la basílica, el teatro y demás edificaciones. El sistema de retícula es un sistema pensado como una forma sencilla de orientarse en la ciudad y comprenderla, además de atemperar vientos y favorecer a las cuestiones logísticas.


Vista aérea de Pompeya. Se aprecia el foro y el templo de Apolo.

Para emplazar una ciudad, eran llamados los augures, una especie de sacerdotes adivinos, quienes marcaban con el territorio y trazaban con un arado, el pomerium o límite de la ciudad; luego trazaban los dos ejes que dividían el terreno  simbolizando la estructura del universo.
Las ciudades romanas estaban unidas entre sí por una compleja red de vías, puentes y puertos
 En Roma la ciudad fue fomentada por todos los emperadores, y este a su vez buscaba el apoyo en las clases urbanas. El Imperio Romano era un agregado de ciudades griegas, itálicas y provinciales, se trataba de crear una ciudad práctica y a la vez muy organizada que buscaba soluciones simples y claras y en la cual el arte tenía la función de impresionar. Cabe destacar las famosas ciudades de origen militar que tenían un trazado muy regular por ser de nueva planta.



Arquitectura.

En Roma se valoraba más el espacio interior que el exterior, esto, sumado a la compleja organización social, motivó la construcción de grandes espacios cerrados. Entre éstos encontramos las basílicas, las termas y las propias villae y casas.
A los artistas se les encomendaron nuevas tareas, entre ellas, las más destacadas son las relacionadas a las obras públicas.
Carreteras, acueductos, baños públicos, circos, teatros, anfiteatros, foros son algunas de ellas.
Nuevos materiales como el hormigón (cal, arena, agua y materiales aglomerantes varios) y el ladrillo cocido, favorecerán a la flexibilidad y rapidez de las construcciones.
El muro romano se compone por un núcleo de hormigón revestido en sus caras exteriores con ladrillos o piedra. La forma del revestimiento daba nombre a los distintos tipos de muro (opus incertum, opus reticulatum, opus quadratum).
El elemento característico de la arquitectura romana es el arco de medio punto.
Al dominar su ejecución, pudo emplearse en grandes puentes y acueductos o aplicarlo para construir bóvedas y cúpulas.

La vivienda
La casa típica de las clases acaudaladas en la ciudad era la domus, vivienda unifamiliar cerrada sobre sí misma, con poca abertura hacia la calle y centrada entorno a un patio abierto con un estanque (implovium) que recolectaba agua de lluvia y entorno al cual se distribuían las habitaciones. Las más antiguas contaban con un huerto en la parte trasera que fue sustituido por un jardín porticado con peristilo, decorado con obras de arte. Algunas llegaron a tener baños privados.

Atrio de la Casa del Fauno, Pompeya.

En el campo, las grandes familias tenían una villa campestre. Su razón de ser está vinculada al otium, el cultivo reposado del espíritu, opuesto al negotium de la ciudad. Estas construcciones adquirieron relevancia en el proceso de ruralización a partir del siglo III, cuando la inseguridad urbana llevó a los poderosos a retirarse a estos lugares convirtiéndolos en unidades económicamente autosuficientes,
La mayoría de la población vivía en casas de vecinos (insulae), las que podían contar con hasta seis pisos de altura y que en general resultaban precarias en cuanto a las altas posibilidades de incendios y derrumbes.

El anfiteatro.

Es una novedad romana. Surge de la unión de dos teatros y sirve para luchas y juegos.
Los personajes que se destacan en él son los gladiadores, cautivos de las provincias que eran obligados a pelear en luchas sangrientas donde perdían la vida producto de las heridas o de la condena de
La planta suele ser elíptica y bajo la arena e encuentran numerosos corredores y dependencias para el servicio del anfiteatro.
De los anfiteatros, el más famoso es el Coliseo. Fue iniciado por Vespaciano e inaugrado por su hijo Tito en el 80 a.C.

Coliseo.

Es un edificio romano característico: en una estructura romana de arcos de medio punto, se incorporan elementos griegos de los tres órdenes.
Inicialmente constaba de tres pisos, el cuarto fue incluido por Tito. En cada uno, fue utilizado un estilo diferente de semi columna, debajo toscano, en el segundo jónico, en el tercero corintio y en el cuarto pilastras compuestas. Tanto el estilo de columna toscana como la compuesta, son creaciones romanas.
Con capacidad para 50.000 espectadores, del cuarto piso se sostenían enormes mástiles que sujetaban el enorme toldo de lona que se colocaba para cubrir los graderíos.

Arcos de triunfo.
Estos arcos fueron erigidos a lo largo de todo el imperio, los hay en Italia, Francia, norte de África y Asia.
Un gran arco central es flanqueado por vanos menores y enmarcados por los órdenes. Esta composición podía utilizarse repetidas vecen en otras construcciones.

Los teatros.
Tomando como idea central el teatro griego, los romanos los edifican sin excavar las laderas de un monte. El espacio que ueda detrás de las gradas se aprovecha como vomitorios y galerías que aseguraban rapidez en el desalojo del recinto.

Teatro de Mérida.

Las galerías eran curvas, con techo abovedado en forma anular, sin antecedentes históricos.
Dado que el rol del coro en las obras romanas no es tan significativo como en las griegas, se reduce la orchestra y se hace semicircular. La escena es más majestuosa y consta generalmente de tres cuerpos adintelados.

Los templos.
Los romanos tomaron aspectos del panteón griego pero con lo nombres de sus propios dioses y con la característica de una adoración más particular. La adoración pública era para el emperador.
Los templos romanos entonces, tomarán lo esencial de los griegos pero con modificaciones: casi nunca son perípteros, las columnas serán para el pórtico de entrada, en los lados las columnas serán adosadas al muro de la cella; todo el templo se encontrará sobre un podio  y la única escalera de acceso está en la fachada principal.
Serán extendidos los tholos de pequeñas dimensiones y cubierta de madera.
Fueron comunes las cúpulas aunque solamente se aprecian desde el interior.

Las termas.
Grandes baños públicos en los que se realizaba la higiene corporal pero además diversas posibilidades de ocio y relaciones públicas.

Plano de planta de las Termas de Caracalla.

Tenían vestuario y salas con piscinas de agua fría, templada y caliente.
Contaban con sofisticados sistemas de abastecimiento hidráulico, calefacción y desagüe. Bajo el pavimento se encontraba el hypocaustum, donde funcionaba un horno de leña que irradiaba calor al pavimento y las paredes y permitía disponer de agua a distintas temperaturas. Los acueductos, tuberías, estanques y galerías necesarios para el funcionamiento de las termas hacía que fueran extremadamente complejas desde el punto de vista arquitectónico.
Mosaicos de atletas en los baños de Caracalla.

Algunas de ellas presentan la “ventana termal”: semicírculos partidos en tres




Esquema de la estructura de las Termas de Caracalla. arquitecto Apolodoro de Damasco , inicio del siglo III.

Arquitectura funeraria.
Por ley debía desarrollarse fuera de los límites de la ciudad.
Las estructuras de las tumbas variaban mucho: algunas pirámides, cilindros (en especial para los emperadores), horno de pan (en tumba de panadero), columnas.


Arte tardoromano.

A partir del siglo III comienza a darse un período de decadencia y de hundimiento del Imperio Romano.  Este período de crisis interna (social, política y económica) y externa (por presiones de los pueblos bárbaros), se caracterizó por el autoritarismo político, por el inicio de un proceso de ruralización y un aumento de la espiritualidad junto con la disminución de lo racional.
En época de guerras, invasiones, revueltas, bandidaje, abuso de poderosos, los artistas perdieron delicadeza en cincelados, los pintores plasmaban figuras humanas con pocas pinceladas, desechando detalles que no fueran realmente significativos.


Retrato de Constantino, siglo III.

Ya en los siglos IV y V el centro de interés de los artistas estará más en la firmeza en la presentación de los rasgos (con especial atención al contorno de ojos y frentes) y no atento en lo anatómico.

En este período se desarrollan las primeras manifestaciones del cristianismo.
En las obras, plásticas,  las figuras se vuelven rígidas, hieráticas y planas.
También aparecen en este período, rasgos de gigantismo.


Bibliografía

Calatrava, J., Soler, M., Martínez, J. Historia del Arte. Edit. Akal. Madrid, 2009.
Chueca Goitía,. Breve Historia del Urbanismo. Edit. Alianza, Barcelona, 1993.
Fernández, A. Artis. Edit. Vicens-Vives, Barcelona, 2006.
Gombrich, E. Historia del Arte. Edit. Alianza, Madrid 1990.